Durante la semana previa al Sábado día 5 de Marzo, busqué tripulación. Miguel estaba enfermo, los alcantarilleros no daban señales de vida, al final logré convencer a Eusebio de que no hiciera la liga de J80 y de que se trajera a su patrón Jose Antonio.
Salimos el Sábado temprano desde Cartagena con el coche de Eusebio, dirección a Águilas, y llegamos casi justo para la reunión de patrones.
El recorrido, era hacía una boya de desmarque (dando bordos), vuelta en popa a boya, y dar dos vueltas a sendas boyas con ceñida a tope hacia un lado, y través abierto hacia el otro. El viento era del NE de 16 Knots.
Hicimos la salida muy bien, con Jose Antonio patroneando sin previo aviso, llegamos bien a la boya de barlo, me hace cambiar la maniobra de spi de lado (perdemos tiempo), izamos el spí, y me dice que lo trasluche inmediatamente, me voy a proa lo traslucho, pero por detrás la cosa no funciona, el herraje del tangón al palo sale volando. Ya hemos perdido la regata. Jose Antonio un buen patrón de J80, intentó llevar al Albana como un J, suponiendo tripulación competente, y el barco reventó.
Bajamos el spí, ya muy distanciados de los competidores, y seguimos la regata, pero ya sin opciones. Las ceñidas con Jose Antonio eran a muerte, no soltaba escota de mayor, ni aunque lo mataran, lo cual tuvo también sus consecuencias que luego veremos. Llegamos a meta, y avisamos al comité de que llegabamos.
Al llegar al club y después de comer vemos la clasificación y aparecemos como que no hemos competido. Buscamos al responsable de tomar los tiempos, y no aparecía. Al cabo de mucho tiempo, lo encontramos, era un tipo bajo y muy chulo, y nos dice que quizá no entramos a línea de llegada,"pero que dices si casi nos empotramos con las boyas del canal de entrada, ah ya sé, sois el barco azul con número de vela 6532, pues sí". El tipejo tomo el tiempo y número de vela, y no tuvo las ganas ni de buscar el nombre del barco. Muy mala la organización, muy mala ...
En fin, mal día, y lo peor las roturas, lo demás tiene pase.
Nos quedaba la vuelta a Cartagena al día siguiente, con Edu y la almiranta Ana. Las previsiones eran de viento de proa de fuerza 4 a 5. Complicado, muchas millas para dar bordos en un barco pequeño con mucha ola.