El pasado martes 24 de Junio me llamó mi amigo Eusebio y me dijo que tenían una plaza libre para la regata Cartagena Ibiza que comenzaba el 26 de Junio. Pues no sé tengo que ver la agenda, consultar con la almiranta, etc., pero todo encajó y al día siguiente le dije que sí, no podía dejar escapar una oportunidad como ésta. La regata más larga, la había hecho en mi barco y fue de 36 millas, además de que nunca había dejado de ver la costa en mis navegaciones.
Pues nada me presenté en el barco directamente el día 26 a las 9:00 h de la mañana, me presenté a la tripulación, Juan (armador), Pedro, Chimo, Javier y a Eusebio al que ya conocía. Me explicaron mis funciones, que básicamente eran de piano y mayor, porque la escota de mayor en este barco va en el piano, me explicaron todos los cabos reenviados a bañera que eran muchos, pero más o menos me quedé con los básicos para empezar.
El barco se llama Mofletes, y es un Oceanis de 40 pies, con un buen tonelaje, buen motor, y con un aspecto de seguridad importante.
|
Durante la salida |
A las 11:00 h se dio la salida dentro de la dársena de Cartagena, no hicimos mal la salida, aunque alguno de los barcos regateros se puso a correr la línea, y nos quitó el paso, aunque quedaban tantas millas, que a ver quien se ponía a protestar. El viento era suave entrando por la bocana del puerto, con lo que estuvimos dando bordos hasta lograr salir del puerto. El barco con ese viento suave se mostró algo perezoso, y nos quedamos por la parte de atrás de la flota. Cuando conseguimos mar abierto y nos permitió abrir rumbo, y sacar el spinaker, el barco comenzó a navegar con alegría, y empezamos a recuperar puestos. Por la tarde el viento subió creo por encima de 15 nudos (el equipo de viento no funcionaba), el barco comenzó a hacer una media de 10 nudos, íbamos como motos, ya por la mitad de la flota y alcanzando a la cabeza, pero algo se enganchó a hélice, parecía que el motor estaba en marcha por el sonido, el eje daba vueltas y vibraba, fue una situación de tensión, que nos costó una media hora, después de embragar y desembragar varias veces hasta lograr que la vibración desapareciera. Perdimos mucha velocidad durante este trance y volvimos a perder posiciones. A poco tiempo del suceso, alguien dijo ¿qué es eso que se ve en el palo a la altura de la botavara?, fui corriendo y me encontré con la sorpresa, de que el carril del anclaje del tangón del spí, se soltó de todos sus remaches. Se bajó el spí, se izó el asimétrico, pero el rumbo era muy popero y aquello no portaba bien. Se volvió a perder mucho tiempo, una pena porque sin estos percances hubiéramos alcanzado a la cabeza de la regata, por lo menos de la clase 3.
Se hizo un aparejo de fortuna para sujetar el tangón que podía servir para vientos medios, y como bajó la intensidad del viento, arriamos el asimétrico e izamos el spi.
Íbamos a rumbo directo a la Isla de Ibiza (San Antonio), con el spí y empezó a anochecer, había un viento agradable, que nos permitió cenar y descansar un poquito. El viento se cerró entorno a las doce de la noche y el patrón decidió izar el asimétrico.
Se hicieron dos guardias de 12:00 a 4:00 y de 4:00 a 8:00 h, con tres tripus en cada guardia. A mi me tocó la guardia de las 4:00 h. Dormí a ratos hasta las 4:00 h que me despertaron, tomé un choleck para ver si me despertaba algo, seguíamos con el asimétrico puesto, y haciendo una buena velocidad, pero a las 5:00 h aproximadamente el viento se abrió y Pedro que patroneaba en la segunda guardia decidió arriar el asi e izar spi, todo salió sin complicaciones, aunque sin luz y yo personalmente medio dormido.
Amaneció, con viento suave por la popa, y continuamos a rumbo directo. Un grupo de 8 o 9 delfines estuvo jugueteando con nosotros una media hora, y nos alegraron la mañana con sus saltos y malabares.
El día continuó y empezamos a ver la costa de Ibiza, llegamos a la altura de la Isla Conejera, desde donde nos dijo el comité que avisáramos. Íbamos con el asimétrico, con una popa muy cerrada para pasar Conejera, así que había varias posibilidades, el patrón decidió bajar el asi e izar el spí, se realizó la maniobra sin problemas, pero al pasar conejera el viento se cerró, y el spí casi no daba, se ordenó arriar spí, e izar asimétrico volvió a salir bien, pero el viento se fue a la proa, había que bajar el asimétrico. Las maniobras salieron bien y además en poco tiempo, y todo eso añadido a que el comité de regatas no contestaba por radio, no se veían las balizas de llegada, fueron momentos de tensión, hasta que vimos las balizas naranjas que marcaban línea de meta, y además el comité pudo comunicar con el Mofletes. Desde luego fueron los momentos más estresantes de la regata. El objetivo se cumplió el Mofletes llegó a San Antonio a vela, y la posición en la regata fue de décimo, pero el rating del barco y las averías nos perjudicaron.
La estancia en San Antonio fue muy agradable, el viernes por la tarde estuvimos en el Café del Mar viendo la puesta de sol sobre el mar, magnífico espectáculo, y además acompañado de música, buena compañía, y un mojito para beber. Después una cena estupenda con espardeñas para picar (que mejor no cuento lo que son) y un arrocito a banda. Y para terminar la noche unas copitas en un sitio tranquilo.
|
Puesta de sol en Café del Mar |
|
Espardeñas |
Dormí en una pensión junto al puerto, y mi cuerpo lo agradeció, pude descansar en condiciones, y al día siguiente, un buen desayuno y esperar tranquilamente al acto de entrega de premios que comenzaba a las 13:00 h en el puerto. Todo estupendo, mucha cervecita, comida de hermandad entre regatistas, sorteo de regalos, copita para despedir el evento.
A las 18:00 h subimos al barco para comenzar la vuelta a casa, previamente vimos las previsiones en puerto que eran bastante malas, viento de cara, y subiendo hasta las tres de la madrugada. Los patrones decidieron poner rumbo a Alicante y después seguir la costa. Comenzamos la travesía a motor con un viento suave de cara, que fue incrementando progresivamente. Juan decidió subir mayor para estabilizar el barco, y posteriormente le metimos ya casi de noche dos rizos, porque el viento era bastante fuerte. La navegación era incómoda, pantocazos, movimientos, nadie hacía pis, nadie comía excepto el armador y yo que tomamos un pequeño bocata. La sorpresa fue cuando Javier a las 22 h aproximadamente, se fue a dormir, sin problema alguno. A las doce de la noche toda la tripulación excepto Javier que dormía llevábamos traje de agua y chaqueta de agua, los rociones eran continuos. A las dos de la madrugada, la mar seguía agitada, pero el barco navegaba estupendamente y vi a los patrones tranquilos, así que me fui a dormir, hasta las 6:00 de la mañana, en que las condiciones de navegación habían mejorado. Juan se puso un poco malito pero, se recuperó al amanecer y sin problemas.
Ya a media mañana comenzamos a ver la Isla Grosa, y Pedro sacó el currican y sorpresa, a los 10 minutos algo picó, y según decía bastante grande, después de unos minutos de lucha y con la ayuda de Chimo, el pez salió, un estupendo bonito de 10 kg de peso. Llegamos a 15:00 h al CN Dos Mares, donde en su restaurante dimos buena cuenta del bonito. Exquisito.
Estupenda travesía con magnífico final.